Sobre Nosotros

 

El primer nombre que se escribe en la historia del Colegio Santo Domingo de Guzmán, es el de Madre María Elena Eguiguren, su fundadora. Mujer de talento brillante, con visión intuitiva y de genuina organización. 

Madre María Elena, narra que la creación del colegio se debe a una necesidad expuesta por la familia Landívar Mantilla, dado que la ciudad se extendía hacia el norte de Quito y las familias demandaban de una escuela de primera enseñanza y un colegio secundario para educar en la ciencia y en la virtud. La comunidad, sensible a este clamor, accede aperturar los cuatro primeros grados con la ilusión de preparar a las niñas para la Primera Comunión. A esta misión, Madre María de Santo Tomás Alvarado, Vicaria Provincial, asigna a 5 religiosas: Hna. Ma. Elena Eguiguren (Fundadora), María del Rosario Eguiguren (Primer Rectora), Hna. Magdalena Mancheno, Hna. Georgina Alvarado y Hna. Guillermina de la Torre. Primera Comunidad religiosa que mantuvo encendida la luz de la fe y una férrea confianza en la Providencia de Dios que les asistió en todo momento y les iluminó para poner los cimientos y trazar la ruta a seguir por las futuras generaciones, bajo el lema: Por Dios y por mi Patria, nombrando a Santo Domingo como Padre y Patrono.

Fue la espiritualidad de Santo Domingo de Guzmán que inspiró la creación de ésta, la primera institución educativa en el Ecuador bajo su patrocinio. El carisma de la Orden Dominicana, que sintetiza la vida de su fundador: «Hablar a Dios de los hombres y a los hombres de Dios», era y sigue siendo la nota característica del docente y el estudiante dominicanos.
La Institución, comenzó a funcionar en octubre de 1942 arrendando el actual edificio que antes fuera el Colegio Alemán, con los cuatro primeros grados y gracias a la cálida acogida y esmerada educación de las religiosas y docentes, al año siguiente se abrió todos los grados, incluida la secundaria. 
En 1946, el gobierno dispone la licitación de todos bienes incautados a consecuencia de la segunda guerra mundial, entre ellos este edificio que lo tenían en arriendo, por tanto, se pone en riesgo el continuar la hermosa obra educativa que con tanto sacrificio y éxito se había iniciado y poco a poco se iba consolidando. 
Para la fundación fue imprescindible la generosa colaboración de un selecto número de benefactores y amigos que apoyaron la obra en el plano espiritual, intelectual, social y económico, entre los que se destaca: Padres Dominicos, Mons. Salvador Siino (Capellán), Mons, Efrén Forni - Nuncio Apostólico, Familia Landívar Mantilla, Srta. Leonor Heredia Bustamante, Srta. Lola Calisto, Dr. César Palacio García, Dr. Ruperto Alarcón, Dr. Guillermo Eguiguren, Dr. Alfonso Tours, Lic. Rafael Alvarado y a los presidentes de la República: Dr. Isidro Ayora, Dr. Carlos Alberto Arroyo del Río y Dr. José María Velasco Ibarra.

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